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Ramón de Aguilar

Narradores de la noche… para felicitar el día del libro

Narradores de la noche… para felicitar el día del libro

“Las palabras salen ahora de mi corazón como mariposas en busca del mundo” 

            Hoy, de nuevo, es el día del libro parece mentira que ya hayan pasado doce meses desde que hace un año os felicitara el 23 de abril, por este motivo, con un poema que yo mismo había escrito (El polvo sobre los libros). En esta ocasión no voy a ser tan osado, pero no quiero dejar que la noche se convierta en el día de mañana, sin celebrar de alguna manera, con todos vosotros, mis amigos, algo tan importante y, siguiendo la tradición, os aseguro que corresponderé a cada una de las rosas que me regaléis con un bello libro. Llevo varios días pensando en cual. He repasado mentalmente todas las lecturas de este año (de algunas de las cuales he dejado constancia en el blog); desde los autores que leo constantemente, casi a diario (Cervantes, García Márquez, Ortega y Gasset, Fernández Flórez, Pérez Galdós), hasta alguna lectura que me ha dejado especial buen sabor de boca en los últimos meses: Cuentos de Saki o de Faulkner, todos los prólogos de la edición hecha por las Reales Academias de Cien años de soledad; El retrato de Dorian Gray de Óscar Wilde; alguna obra no tan conocida, como Este sol de la infancia de Isidro Saíz de Marco (de otros curiosos descubrimientos os hablaré en el blog dentro de unos días) El caso es que, al final, casi me había decidido por El hombre que plantaba árboles de Jean Giono; de hecho, buscando y buscando por librerías de Albacete y Valencia, ya había conseguido cuatro ejemplares (para los cumpleaños de Marisol, ya pasado, y de María, por llegar; además de otro para Mo, que siempre la tengo en cuenta, y del mío). No es que su lectura me pareciera tan asombrosa como la narración escuchada en una cinta de casete que me prestó Sonia, la cuenta-cuentos, pero no deja de ser una historia que conmueve y que me gustaría compartir Y digo que ya estaba casi decidido cuando, después de tenerlo más de diez años a la espera, este fin de semana se me ocurrió sacar de la estantería Narradores de la noche, de Rafik Schami. Lo tomé entre las manos y no pude soltarlo hasta que, con los ojos empañados por la emoción, pasé la última de sus páginas, convencido de que es uno de los libros más bellos que he leído, una de esas lecturas que uno quiere participar a la gente que aprecia, una de esas historias que uno quiere contarle a todo el mundo pero no lo voy a hacer, claro, prefiero regalaros el libro a cambio de vuestras rosas y no deciros nada más; tan sólo que la frase que encabeza este escrito esta sacada de sus páginas y que la ilustración la he recortado de la funda de la edición que yo tengo Bueno, eso y, aunque ya queda poco, ¡Feliz día del libro!

1 comentario

Coro -

¡Muchas felicidades!
Te mando un besote